Informação
O hotel situa-se em Soto del Real, a cerca de 42 km de Madrid. Encontra-se no Norte da província, na zona da Serra de Guardarrama, próximo de Pedriza, um centro tradicional para caminhadas. Os municípios de Manzanares el Real e Colmenar Viejo y Miraflores de la Sierra ficam igualmente nas proximidades. Até ao Aeroporto Internacional de Barajas são aproximadamente 35 km.O moderno hotel urbano climatizado conta com um total de 50 quartos confortáveis e funcionais. Oferece um hall de entrada com recepção e serviço de check-out sob 24 h, um bar, um café, um restaurante e 12 salas de conferências.Os quartos contam com telefone com ligação directa, acesso à Internet sem fios, televisão via satélite e casa de banho privativa com banheira/duche. Contemplam ainda mini-frigorífico, ar condicionado regulado individualmente, aquecimento central, terraço e cofre (taxa extra).O hotel coloca uma piscina à disposição dos hóspedes.Da auto-estrada M40 em direcção à M607/A1: tome a saída para a auto-estrada Colmenar M607 em direcção a Tres Cantos/Colmenar Viejo. Continue por esta estrada até ao fim e vire à direita na rotunda, em direcção a Soto del Real, Miraflores de la Sierra, por cerca de 8 km. Verá uma rotunda à entrada da aldeia. Siga as indicações para o centro da vila.
Avaliações
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2 ComentáriosAnónimo, viajou em
Viagem de férias em família
El hotel deja mucho que desear. Le sobran 2 estrellas como mínimo (siendo generosos). No funcionaban los radiadores con lo cual parecíamos esquimales. La nevera hacia un ruido que parecía que estábamos en una fabrica en hora punta. La cisterna perdía agua con lo cual era imposible conciliar el sueño con el soniquete del agua cayendo. No cambiaron las toallas todos los dias. Se nos cayo un papel al suelo el primer día y ahí seguía el día que nos fuimos en el mismo sitio. Había una bolsa de frutos secos empezada en la mesita de la habitación que por el aspecto debía estar allí desde el año cachupin (viva la desinfección y la limpieza) la cama supletoria era una tortura china, se clavaban todos los muelles y era tan pequeña que no entraban los pies de mi hija. Llegamos una noche a las 12 y media de la noche y pensábamos que teníamos que dormir en el coche porque el hotel estaba mas cerrado que la cárcel que tienen cerca. Después de un buen rato llamando nos abrió un señor sin mascarilla que no dio ni las buenas noches. Se oían a los de al lado como si estuviesen todos juntos de verbena (insonorización inexistente) un horror todo. Lo único bueno el camarero del restaurante que era simpático y amable. Por supuesto no volveremos.